El 16 de
octubre, el Parlamento Europeo emitió un comunicado de prensa en el que se
anunciaba la adopción, en comisión, del proyecto de reglamento cuyo objetivo es
prohibir la venta de productos fabricados con trabajo forzoso en el mercado de
la Unión Europea.
Según el comunicado de prensa, la Comisión Europea tiene la intención
de establecer un marco para investigar el uso de trabajo forzoso en las cadenas
de suministro de las empresas. En caso de comprobarse que una empresa ha
empleado trabajo forzoso, todas sus importaciones y exportaciones de bienes
relacionados serán detenidas en las fronteras de la UE.
Además, estas empresas tendrán la obligación de retirar del mercado
europeo los productos ya existentes. Dichos productos serán donados, reciclados
o destruidos.
Durante la sesión plenaria de los días 8 y 9 de noviembre, se espera
que el texto revisado sea aprobado en el pleno del Parlamento Europeo. Si no
hay objeciones, este texto se convertirá en la posición oficial que el
Parlamento defenderá en las próximas negociaciones tripartitas con la Comisión
y el Consejo de la UE.