El
plazo de los préstamos pasará de cinco a ocho años tras la presión empresarial.
Balón
de oxígeno temporal para empresas y autónomos. Los créditos para liquidez
avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) empezarán a
devolverse a partir de marzo de 2022, un año más del plazo que se estipuló al
principio. Así lo tiene ya definido la Vicepresidencia de Asuntos
Económicos, según ha podido saber ABC. Se da cumplimiento a las demandas de
empresarios y banca, ante una previsible avalancha de impagos.
En
marzo, en plena explosión de la pandemia y confinamiento mediante, el Gobierno
puso en marcha 100.000 millones en garantías públicas para el tejido
productivo. Para que pudiera hacer frente a sus necesidades de circulante y
no verse abocado desde el principio a la quiebra. Ese montante se ha ido
liberando en su totalidad con el paso de los meses y la demanda que detectaban
los bancos, que son quienes otorgan los préstamos.
La
segunda ola del coronavirus es ya una realidad, con las consiguientes
restricciones a la actividad económica y la movilidad. Ante este panorama, las
empresas y autónomos se están viendo cada vez más ahogados para sobrevivir. Y
en el horizonte de marzo de 2021 estaba que habría que empezar a devolver
los créditos ICO.
En
este escenario, la banca y las compañías llevaban tiempo presionando a Economía
para que diera más tiempo para empezar a amortizar los préstamos. Lo que se ha
decidido es que el periodo de carencia inicial se extienda otros 12
meses más, hasta 2022, y también que el plazo de devolución del total del
crédito se alargue de cinco a ocho años. Esto último supone equiparar plazos
con la otra línea de avales que hay en marcha, la destinada a inversión. Sin
embargo, esta última no está teniendo ninguna demanda, como adelantó ABC y
confirmó la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa.
La
decisión en el Ejecutivo está tomada. Son conscientes de que si no se amplía el
periodo de carencia esto puede provocar una situación insostenible en muchas
empresas de cara a 2021. De ello le avisaron los empresarios, pero también la
banca a través de sus patronales. Una muestra más de que la relación
actual entre Economía y el sector financiero es bastante fluida y de
colaboración. Pero no siempre fue así, con duros encontronazos los primeros
meses de pandemia.
A
falta del «OK» de Bruselas
Pese
a todo, aquí no solo interviene el Gobierno. Esta decisión está supeditada a
que la Comisión Europea dé su «OK» al cambio en las condiciones ya que se trata
de ayudas de Estado, y como tales han de ser autorizadas por Bruselas. Por lo
pronto, según fuentes financieras, hay bancos que ya están dando por hecho a
sus clientes que no habrá problema para que la carencia se alargue. Hay
optimismo en el sector, ante la importancia de la decisión. Así las cosas, esta
modificación de los términos de los préstamos ICO no tiene que ver con
los Presupuestos Generales del Estado (PGE), sino que se articulará
mediante una norma separada, previsiblemente un decreto, en línea de la fórmula
que se utilizó para su creación.
Hasta
el 21 de octubre se han formalizado 849.358 operaciones, con una financiación
total de 104.825 millones de euros, de los cuales 79.653 millones
tienen el aval del Estado. La mayoría son préstamos para pymes y autónomos,
con líneas también específicas para el turismo dada la virulencia con la que ha
golpeado el Covid en este sector.
Por
contra, Alvarez & Marsal dio a conocer hace unas semanas un informe que
alertaba de que el 14% de las empresas entrarán en riesgo de quiebra por los
efectos de la pandemia, lo que equivaldría a perder dos millones de empleos.