Cabo Verde es una de las economías más prósperas del África Subsahariana gracias a la afluencia de visitantes extranjeros.
Los baños en unas playas paradisíacas de arena, las excursiones por las salinas y los cráteres de antiguos volcanes, junto a los descansos disfrutando de la música de CesariaEvora son algunos de los atractivos que han convertido a Cabo Verde en uno de los principales destinos turísticos para los europeos en África. Actualmente, esta actividad supone cerca del 20% del PIB de un país formado por diez islas situadas frente a Senegal, varios kilómetros al sur de Canarias.
La afluencia de visitantes extranjeros también es el principal motivo de que el archipiélago disponga de una buena red de transporte, conectando los núcleos urbanos donde vive la mayoría de los habitantes del país. La población destaca por su juventud, pues más de la mitad son menores de 25 años. Esto ha favorecido que Cabo Verde haya aumentado su PIB durante los últimos siete años, convirtiéndose en una de las economías más estables del África Subsahariana. Pero no todo son buenas noticias. El país todavía tiene una baja competitividad, un elevado paro juvenil y una fuerte dependencia del extranjero.
En estos vínculos con el exterior, España tiene un papel importante, puesto que es el primer destino de los productos caboverdianos y también es su tercer proveedor, por detrás de Portugal y Países Bajos. En los últimos años, las exportaciones se han favorecido de la liberalización del comercio. Actualmente, los aranceles son relativamente elevados, pues el tipo medio es del 26% y el máximo del 50%, pero se espera que disminuyan dentro de un año cuando entre en vigor un nuevo tratado comercial. Los estándares de importación son similares a los europeos, pero existe un gravamen extra a aquellos productos o embalajes considerados como nocivos para el medio ambiente.
Cabo Verde ocupa la posición 129ª en el ránking del informe Doing Business del Banco Mundial, superando a la mayoría de los países vecinos.
Obtiene las calificaciones más altas en las categorías de pago de impuestos y creación de una nueva empresa. De esta forma, se refleja el esfuerzo realizado por el Gobierno para facilitar la implantación de compañías extranjeras, lo que hace que el archipiélago sea uno de los mejores destinos para que las pymes abran una filial encargada de la distribución en África.
Las reuniones en Cabo Verde no suelen empezar a la hora acordada, aunque conviene ser puntual. Se debe establecer una relación personal con los socios para que las conversaciones de negocios sean más fluidas. Y hay que tener en cuenta que los caboverdianos son muy directos en sus comentarios, pero no tienen intención de ofender. Por tanto, tendrá que perdonarles si comentan que le ven más gordo que la última vez.
FUENTE: EXPANSION