Solo 1,7 millones de trabajadores tienen cláusulas de revisión salarial en sus convenios, y de ellos únicamente el 25 % está vinculada al avance del IPC.
La mayoría de los españoles va a perder poder adquisitivo por
el despunte de la inflación, que podría cerrar el año en torno al 9%, ya
que el 65 % de los trabajadores no está protegido por convenio, mientras que el
75 % del resto de asalariados tiene cláusulas de revisión salarial topadas, en
su mayoría por debajo del 4 %. Según datos del Banco de España, solo 1,7
millones de trabajadores tienen cláusulas de revisión salarial en sus
convenios, y de ellos únicamente el 25 % está vinculada al avance del IPC, que
en los últimos meses ha rondado el 10 %, aunque en septiembre se ha moderado
hasta el 9 %.
Construcción
Por ejemplo, en el ámbito de la construcción, en mayo patronal y
sindicatos alcanzaron un acuerdo a nivel estatal que recogía una subida del 10
% de forma escalonada en tres años, desligándolos así del alza del IPC. Según
lo pactado entre la CNC, CCOO del Hábitat y UGT-FICA, en 2022 se elevarán los
salarios un 4 %, en 2023 un 3 % y en 2024 otro 3 %, aunque estos son los
mínimos a nivel estatal y los sindicatos no descartan un margen de mejora en
los acuerdos provinciales.
Energéticas
En el sector energético, mientras que Repsol, que emplea a unos 17.000
trabajadores en España, cuenta con un acuerdo marco que garantiza un incremento
salarial del 75 % del IPC, Iberdrola -con 9.800 empleados- no contempla
revisiones salariales en su convenio, sino actualizaciones ligadas al beneficio
de la compañía y otras variables. En Endesa, sus 9.300 empleados tendrán
derecho a una revisión con carácter general del 1 %, que dependiendo IPC y
otras variables podría aumentar e incluir algún pago extra, mientras que en
Naturgy, con cerca de 4.000 asalariados, el sindicato mayoritario está llamando
a la movilización para reclamar incrementos salariales, que la empresa propone
que sean de entre el 2,5 y el 3 % para este año.
Industria
Entre las actividades industriales con más peso para la economía
destaca el metal, que tiene la peculiaridad de que en su convenio colectivo
estatal -de aplicación, por ejemplo, a la metalurgia, siderurgia, automoción,
construcción naval e industria aeroespacial- no se negocian salarios, sino
otras condiciones laborales. Según explica la patronal del metal, Confemetal,
los salarios se negocian en 50 convenios provinciales, con lo que sus
características varían según lo pactado en cada uno, aunque los que están en
vigor recogen un incremento salarial medio del 2,29 % para casi 940.000
trabajadores. Por su parte, el sector químico firmó en 2021 una subida salarial
del 1 % para 2021 y del 2 % para 2022 y 2023, aunque se incluye una cláusula de
garantía salarial que se activará si la suma de los IPC de esos tres años
resulta ser superior a los incrementos pactados para sus cerca de 300.000
trabajadores.
La excepción
de la automoción
En la industria del motor no existe un convenio sectorial como tal,
según explica a Efe la patronal Anfac, sino que cada fabricante negocia con los
trabajadores de sus fábricas, aunque en su gran mayoría recogen revisiones
salariales ligadas a la evolución del IPC. Renault -con cuatro fábricas y
11.000 empleados- congeló salarios para 2021 y 2022, pero los actualizará
conforme al IPC en 2023 más un 0,5 % adicional, y otro 0,5 % en función de la
consecución de objetivos, mientras que Seat firmó un nuevo convenio que
revisaba los salarios al alza un 6,5 % este año, y en función de la inflación a
partir de 2023, con un adelanto del 0,25 % en enero para sus casi 14.000
trabajadores. Los cerca de 13.000 trabajadores del grupo Stellantis, con
fábricas en Zaragoza, Vigo y Madrid, verán también que sus salarios se
actualizan conforme al IPC, mientras que los 6.000 de Ford en Almussafes
(Valencia) acordaron congelar sus salarios hasta 2026 para recibir modelos
eléctricos, y recibirán pagos lineales hasta esa fecha de entre 1.000 y 2.500
euros al año.
Campo y
pesca
El campo español carece de convenio estatal, pero sí existen convenios
provinciales, aunque los sindicatos critican que algunos están “atascados” y
otros “desactualizados”, y que en los últimos años solo se han podido subir los
salarios en el campo a través del salario mínimo interprofesional (SMI) y no
mediante negociación colectiva.
En el sector de la pesca, en el que según el Régimen del Mar de la
Seguridad Social se desempeñan cerca de 66.500 trabajadores de forma activa,
tampoco cuenta con un convenio colectivo estatal, el cual es una de las
principales reclamaciones de los sindicatos.
Hostelería
La hostelería cuenta con Acuerdo Estatal que estructura la negociación
colectiva y que ha sido prorrogado para 2022. En Cataluña se pactó una revisión
del 4 % para este año, un 3 % para 2023 y un 2 % en 2024, mientras que en
Sevilla alcanzará un 8 % en los próximos tres años. El sector de la
restauración colectiva cerró el pasado junio un nuevo convenio para 2022-2024
que recoge subidas salariales y una cláusula de revisión en función de la
evolución del IPC real. El convenio se aplicará a más de 100.000 personas, en
su mayoría mujeres, y recoge una revisión salarial del 3 % en 2022, del 2,5 %
en 2023 y del 2,5 % en 2024, aunque se establecen posibles mejoras si el IPC
real es mayor que las revisiones pactadas.
Distribución
y grandes almacenes
En el sector de la distribución, la cadena con mayor cuota de mercado,
Mercadona, anunció el pasado enero una subida de sueldo del 6,5 % para 2022. La
parte social del sector de los grandes almacenes, que dan empleo a cerca de 240.000
personas en España prepara una propuesta de subida salarial “sin precedentes”
para el próximo convenio que se comenzará a negociar en enero, según el
sindicato mayoritario, Fetico, y que otros actores del sector cifran cercana al
18 % repartido en los próximos cuatro años.
Banca y
seguros
Los sindicatos CCOO, UGT y FINE tienen un acuerdo con la patronal
bancaria AEB que recoge una subida de sueldos del 2,5 % en 3 años para unos
90.000 empleados de la banca: 0,25 % en 2021, 1 % en 2022 y 1,25 % en 2023. Con
condiciones similares, la patronal del sector de ahorros, CECA, firmó con los
sindicatos su propio acuerdo, el primero que regulaba el teletrabajo y que
recogía igualmente subidas salariales de hasta el 1 % en 2022 y el 1,25 % en
2023. Ahora, ante el avance de la inflación, ambas patronales tratan de buscar
un acuerdo con los sindicatos, que reclaman revisar de nuevo los salarios y
actualizar los convenios sectoriales.
Los trabajadores de las aseguradoras españolas se rigen por un convenio
para 2020-2024, que contempla un incremento del 1 % en 2021 y en 2022, con la
salvedad de que si el IPC de 2022 fuera igual o superior al 2 %, este
incremento sería del 1,2 %. Por último, para los ejercicios 2023 y 2024 se
aplicará la fórmula tradicional que toma como referencia la evolución del PIB
corregido por el IPC.
Transporte y
turismo
Fuentes sindicales aseguran que en todo el entorno del sector público
se extenderá el acuerdo que se firme para los funcionarios, para los que la
última propuesta del Gobierno se centra en una subida salarial acumulada del
9,5 % entre 2022 y 2024, y que “arrastrará” a las empresas que subcontratan o
prestan servicios a las públicas, como en el caso de Renfe y Adif.
Las aerolíneas españolas o con base en España están en pleno proceso de
negociación de sus convenios, de los que ni las propias compañías ni los
sindicatos dan mucho detalle. Iberia señala que el acuerdo que se firme debe
ser “beneficioso” para los trabajadores, pero, al tiempo, debe “garantizar el
futuro” de la compañía, mientras que la irlandesa Ryanair, con huelgas
constantes desde el inicio del verano, han cerrado un acuerdo con CCOO que no
aceptan los sindicatos mayoritarios de tripulantes USO y Sitcpla.
En el turismo, donde los convenios son autonómicos o provinciales, hay acuerdos congelados desde hace 10 años, explican desde UGT, mientras que las agencias de viajes -con 60.500 empleados a cierre de agosto pasado- tienen su convenio vigente hasta finales de este año y todavía no han comenzado la negociación del nuevo.