La institución considera que
las desgravaciones en los planes de pensiones son ineficaces y deberían
transformarse.
La Autoridad Independiente de
Responsabilidad Fiscal (Airef) ha propuesto este miércoles incrementar, cuando
la situación económica lo permita, los tipos reducidos del IVA (del 4 y del
10%) de productos que sean consumidos fundamentalmente por rentas altas. Un
cajón de sastre en el que la institución incluye a la
restauración y la hostelería, el transporte de personas, los libros y la
prensa. Según la institución, el 61% del beneficio generado por los
tipos reducidos va a parar a rentas altas.
Es una de las conclusiones
del primer estudio de la segunda fase del «Spending Review» comprometido por la
Airef con la UE, que ha sido presentado este miércoles. El documento,
que bebe de fuentes como la Agencia Tributaria, las declaraciones del IRPF y el
impuesto de Sociedades, el INE y el Instituto de Estudios Fiscales, se
centra en el análisis de 13 beneficios fiscales, que tienen un coste total para
el Estado de 35.000 millones de euros, el 60% del total de beneficios. La
institución no solo analiza en el informe si estas políticas públicas cumplen
el objetivo para el que se crearon, sino que también evalúa si su implantación
ha provocado algún tipo de distorsión.
La presidenta de la Airef,
Cristina Herrero, ha puesto en valor el estudio durante su presentación, al
explicar que en España «hace falta un diseño estratégico de las políticas
públicas» que permita salir de la crisis económica actual con la mayor rapidez
posible.
Los tipos reducidos del IVA
es el incentivo que tiene un coste mayor para las arcas públicas: 17.878
millones de euros. La institución considera que sí cumple su objetivo, porque
«facilitan el acceso a bienes y servicios de primera necesidad, sociales,
culturales o estratégicos». Pese a ello, puntualiza que «desde el punto
de vista distributivo» los tipos reducidos y superreducidos no son «eficientes»,
porque incluyen bienes que son consumidos por rentas altas.
Herrero ha hecho referencia a
que otras políticas de gasto, como el ingreso mínimo, serían «más eficientes»
para beneficiar a colectivos vulnerables y sectores estratégicos. La supresión
del IVA reducido es una medida que ya ha sido recomendada por organismos como
la Comisión Europea, si bien todavía genera un gran rechazo entre determinados
sectores.
La
Airef considera más «eficientes» partidas de gasto como el ingreso mínimo que
el IVA reducido
La disección de la Airef deja
en una posición todavía peor a las desgravaciones por aportaciones a planes de
pensiones. La organización presidida por Cristina Herrero considera que estos
incentivos, que tienen un coste de 1.643 millones de euros, ni
siquiera cumplen su objetivo, porque pueden resultar negativos «para un
conjunto amplio de ahorradores una vez que se tienen en cuenta la fiscalidad de
las prestaciones en el momento de la jubilación, las comisiones de los planes
de pensiones y la tasa de preferencia intertemporal».
Estas desgravaciones, en el
punto de mira del Gobierno, son utilizadas fundamentalmente por rentas altas,
que copan el 60% de este incentivo fiscal. Curiosamente, son las rentas
bajas las que se beneficiarían en mayor medida de los incentivos fiscales a los
planes de pensiones privados, pero su escasa capacidad de ahorro impide que
en la práctica sean beneficiosos. Esta escasa repercusión se refleja en que las
aportaciones a planes individuales, según el organismo, apenas alcanzan los
11.000 euros de media.
Por todo ello, la institución
propone la «reformulación completa de este beneficio fiscal», en consonancia
con las recomendaciones que se alcancen en el Pacto de Toledo sobre este tipo
de planes privados.
La tributación conjunta, un desincentivo
laboral
Otra de las políticas
fiscales cuestionadas por la Airef es la tributación conjunta, que tiene un
coste de 2.393 millones. Si bien permite que salvaguardar la progresividad del
IRPF y beneficiar a los hogares que solo tiene un perceptor de las rentas,
también desincentiva para la institución la participación laboral de las
mujeres, que son el segundo perceptor en las declaraciones conjuntas en el 84%
de los hogares españoles, según los cálculos de la Airef. Por ello, la
organización propone suprimir la declaración conjunta del IRPF, en consonancia
«con otros países europeos».
En el ámbito de la vivienda,
la Airef pone en valor la reducción del IRPF por alquiler (que genera un
impacto de 1.039 millones) aunque considera que debería reformularse
para facilitar el acceso al mercado de colectivos vulnerables, como los
jóvenes. «España destina menores recursos al alquiler social que otros países
europeos, por lo que el beneficio fiscal debería reorientarse para que sea más
generoso para los individuos de rentas medias y bajas de grandes áreas
metropolitanas», explican desde la institución. En este sentido, la Airef
considera que el índice de precios del alquiler publicado hace escasas semanas
por el Ministerio de Transportes puede ser una buena herramienta para
reorientar estos incentivos.
Contra los mariachis
Y en el caso de las sicav, que pagan un tipo reducido del 1% en el impuesto de sociedades, la organización detecta «una elevada concentración de la inversión en manos de un número limitado de accionista que hace dudar de la naturaleza colectiva de la inversión», que tiene que estar formada por 100 integrantes. Por ello, reclama reforzar el control sobre estas sociedades para evitar la proliferación de los denominados mariachis, personas que si bien están incluidas desde vehículo solo realizan aportaciones simbólicas y no tienen participación sobre las inversiones que se realizan.