Sin embargo, otras muchas pymes han conseguido superar la crisis e incluso han salido fortalecidas y están en pleno crecimiento. Y es en este momento cuando estas empresas se enfrentan a otra dificultad. El negocio necesita más recursos y, por tanto, mayor financiación.
En estos casoslos empresarios deben tener en cuenta que una de las claves de su éxito es diseñar una adecuada estrategia financiera para su pyme. Para ello, es necesario identificar los objetivos económicos de cada empresa en el corto y largo plazo y dotarlos de los instrumentos financieros adecuados a cada período. La financiación a largo plazo se centrará en el activo no corriente, el activo fijo, y la financiación a corto plazo en el activo corriente, el circulante.
El primer paso es realizar un análisis económico financiero de la empresa y obtener una Cuenta de Resultados y un Balance. De esta forma, se puede conocer la evolución real del negocio y detectar las necesidades operativas de fondos (NOF).
A continuación, hay que conocer la financiación de la que dispone la empresa en el momento actual, lo que, en términos económicos, se denomina pool bancario. Así se puede saber si el ese pool bancario cubre las necesidades reales que tiene la empresa para seguir operando y experimentar un crecimiento o no.
Es importante estudiar al detalle tanto las cantidades disponibles como las herramientas financieras que se están utilizando en cada caso para ver si son las más adecuadas según los objetivos marcados.
En el mercado, existe una gran variedad de entidades y productos destinados a la financiación de las pymes. Por ello, es importante seleccionar bien los instrumentos que se van utilizar en cada caso y llevar a cabo una adecuada negociación bancaria.
El asesoramiento por parte de una consultora especializada puede ayudar, en gran medida, a diseñar una estrategia financiera perfecta para una pyme que está en proceso de desarrollo, con el fin de asegurar el éxito y el crecimiento de su negocio.