En concreto, su último informe revela que la primacía de microempresas en España “limita la productividad” porque representa “un freno para incorporar más capital humano y capital tecnológico, desarrollar procesos innovadores o internacionalizar la actividad”.
De hecho, reconocen que una de las principales implicaciones del predominio de las microempresas es que la productividad media del tejido económico español es sensiblemente inferior a la de los otros países vecinos, superándola en un 42% Alemania, un 74% Reino Unido y un 51% Francia.
“La reducción de la productividad media derivada del tamaño es más acusada en España porque nuestras microempresas pesan más en el empleo y están más alejadas de los niveles de eficiencia de sus homólogas del resto de grandes países europeos”, explica el estudio.
Baja supervivencia El informe plantea que las limitaciones de las microempresas empiezan desde sus orígenes, pues “acaban cerrando pronto y muchas no generan empleo adicional”. “La menor supervivencia empresarial se debe, en parte, a que la mayoría de empresas que nacen pequeñas carecen de los recursos humanos y financieros adecuados para alcanzar tamaños que les permitan aprovechar economías de escala y ser más productivas”, explica el documento.
Por el contrario, el informe reconoce que cuanto más grande es la empresa, mayor su supervivencia, especialmente en España. Así, el 61% de los proyectos de las empresas españolas sin asalariados no llegan a los cinco años, frente al 48% en Francia, el 54% en Italia o 58% en Reino Unido.